Joselu: «Ascender en casa con El Val lleno fue increíble»

Jose Luis Sánchez Méndez (Guadalajara, 1977). Hablar de Joselu, es hablar de la historia de la RSDAlcalá. Emblema del club, 16 temporadas vistiendo la camiseta rojilla. Capitán de capitanes, lo fue en el último ascenso de la RSDAlcalá en el 2009. Sin duda uno de los máximos referentes de la historia de un club centenario como la RSDAlcalá.

¿Qué significado tiene la RSDA para ti?

«Para mi el Alcalá siempre ha sido mi club aunque me formé en las categorías inferiores del Guadalajara donde jugué 4 temporadas en el primer equipo. Y desde el momento que recalé en el Alcalá me sentí muy cómodo, me acogieron muy bien y desde ese momento intenté continuar todo lo posible, 16 temporadas hasta mi lesión.

Para mi el Alcalá lo ha representado todo prácticamente en lo deportivo, lo era todo a la hora de jugar, a la hora de vivir en el vestuario, los viajes con los compañeros. He sido un afortunado por defender esa camiseta durante tantos años, ser el Capitán y llevar al Alcalá a todos los sitios de España, desde Levante o jugar contra el Cádiz en Copa del Rey, tantos viajes a Galicia o Asturias. Aún no siendo alcalaíno, gracias a la RSDA me siento de Alcalá».

¿Mejores momentos?

«Sin duda los ascensos. Por ejemplo, el primero en Palencia. El año antes cuando nos quedamos a puertas de subir en casa y estaba todo de cara, fuímos superiores al Siero en el partido de ida pero en la vuelta con nuestra gente no supimos culminarlo en El Val, nos valía solo con ganar.

Y la temporada siguiente lo conseguimos en La Balastera con toda la afición rojilla y fue muy bonito, ha sido uno de mis mejores momentos.

Otro gran momento fue el vivido con la Nucía en nuestro estadio, ascender en casa con El Val lleno fue increíble.

También me quedo con el partido previo a la Nucía, en la eliminatoria contra el Real Ávila en casa. Empezamos perdiendo 0-1 y antes del descanso conseguimos empatar. Al descanso, en el vestuario, nunca vi tantas ganas de salir al campo para superar al rival, estábamos deseando que nos llamara el árbitro. Todos esperando en la puerta como leones deseando salir para morder al rival, acabamos ganando por 5-2, ese partido lo recuerdo con mucho cariño y además la afición volvió a unirse con nosotros porque venían desencantados. Luego vino la eliminatoria contra La Nucía y conseguimos el ascenso».

¿Peores momentos?

«El peor momento fue cuando no pudimos ascender en Alicante para haber subido a Segunda División. Está claro que los descensos han sido complicados pero la ilusión que teníamos todos para ascender a Segunda cuando en un principio iba a ser un año de transición. El objetivo era no bajar pero el equipo creía, creía, creía… y si no llegan a pasar cosas raras, no tengo dudas que hubiéramos ascendido. Ha sido de las veces que más he llorado en un vestuario, en un autobús y luego en casa porque mi ilusión era ascender con el Alcalá a Segunda División y la verdad que lo pasé muy mal. Lo dicho si no hubiera pasado nada extradeportivo, tengo claro que hubiéramos ascendido porque ese equipo era capaz de superarlo todo».

¿Quiénes han sido tus referentes en tu etapa en Alcalá?

«Muchísimos y seguro que me voy a dejar a alguno. Primero cuando llegué encontré mucho afecto por parte de dos personas que para mi fueron muy importantes, Diego Valbuena que era el capitán y Fran Blasco, los dos disputaban conmigo el puesto de central y aún así nos unió una gran amistad. Fueron muy importantes en los dos años que estuvieron allí conmigo. También destacar a otros compañeros como Óscar Quesada, gran amigo mío o Luis López que luego he tenido la suerte de coincidir con él en el cuerpo técnico, no olvidarme de Santi López o Álex Ruiz…me he llevado siempre fenomenalmente con todas las plantillas.

En cuanto a entrenadores, he tenido muy buena relación con prácticamente todos, Visnjic que somos muy amigos, Antonio Acosta, Esteban Becker o Juanjo y Luis que fueron los primeros que confiaron en mí en mi primer año cuando llegué aquí.

Después fuera del ámbito deportivo, nombrar al tito Luís donde iba a comer todas las tardes antes de ir a entrenar y compartía con él muchas charlas, luego con utilleros como Mora, Javi…con todos. Y como no, acordarme de Tomás «el mudo» al que siempre le llevaba un chupachups y que feliz era viniendo al campo. La verdad que me vienen recuerdos y la verdad que lo añoro muchísimo».

¿Y la afición?

«Que te voy a decir…desde el primer año que llegué al Alcalá, cuando no ascendimos contra el Siero aquí en El Val y aún así me sentí muy arropado por todo el mundo. Íbamos a campos feos y siempre teníamos a alguien, los Brigadas, El Marcador o la peña Ricardo Flores, siempre estaban en todos los campos. Gracias a Dios, el haber ascendido a Segunda B en Palencia, en La Balastera con toda una grada llena de los nuestros, estábamos como en casa.

Viajar a todos los sitios y siempre tener representación, era muy bonito. Encontrarnos en vías de servicio cuando íbamos de viaje, ya no es que era solo afición, es que todos nos conocíamos y sabías quienes eran, nos hablábamos de tú a tú. Era diferente, había tanta unión entre la afición y los jugadores. Yo no sé si ahora existe ese vínculo o no pero la verdad que se añora porque era sentirse como en casa. Sentirme muy arropado en los malos momentos teniendo la palmadita en la espalda y en los buenos momentos compartir con ellos la fiesta y la alegría. No es fácil encontrar esa simbiosis entre una afición y un equipo, y eso lo he tenido yo en El Val».

Firma: Marcelo Torres

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