Ramón Calderé: «El Mundial de México 86 fue el culmen de mi carrera deportiva».

Ramón María Calderé Rey (16/01/59) fue uno de los mejores jugadores españoles de los 80. Empezó a jugar al fútbol desde la calle, en el pueblo, soñando a ser futbolista y todo llegó, y hasta donde llegó. Hemos estado dos meses hablando y me ha demostrado pasión futbolística por su manera de contar todo lo que váis a leer. Futbolista y entrenador. Una Liga, una Copa de la Liga y una Copa del Rey. Ha jugado un Mundial (2 goles), Eurocopa y campeón de Europa sub-21″.

¿Cómo fueron tus inicios con el fútbol?

«Soy de Vil-larodonda (Tarragona) y empecé a jugar en la calle, en la plaza o en el patio del colegio porque allí no había fútbol federado. Sólo nos quedaba jugar con los chavales del pueblo de al lado, íbamos en bici (8km) y así nos movíamos.

A los 13 años, me propusieron jugar en Valls que era un pueblo cercano al mío, mucho más grande. Allí tenían fútbol federado, y jugué el primer año de infantil. Estaba contento porque así podía competir cada fin de semana. Lo anterior era bonito pero esto era competir. En ese año me trasladaba en coche a Valls para los entrenos pero disfruté mucho.

Luego a raíz de mi amigo «Pera» que era de Barcelona y venía a veranear a mi pueblo, un día me trajo un recorte de periódico El Mundo Deportivo para hacerse las pruebas en el FCBarcelona. Él ya las había hecho pero no pasó, estaba convencido que las iba a pasar y me dijo que fuera. Yo me lo tomé a broma, y al final lo hablé con mi padre que siempre me ha apoyado en todo y me dijo que no perdía nada por intentarlo. Rellené el formulario en cuestión y al cabo de dos meses, recibí una carta con el membrete del FCBarcelona y el escudo. Imagina cuando llegó el cartero al pueblo con una carta del Barça. Y me venía que el jueves 8 de agosto tenía que hacer la prueba y la hice. Tuve el inconveniente que iba sin botas porque pensaban que allí me las iban dar y tuve que buscar la tienda más cercana del Camp Nou y compré unas bambas blancas que fue con las que jugué y en hierba natural. Al llegar me dieron el 8 y la ví con buenos ojos, la superstición. La prueba fue un partidillo y al final conseguí pasarla.

Me traslado a Barcelona con 14 años para jugar un año de infantil para luego pasar a los juveniles, Barcelona At, cesión a la RSDAlcalá, Valladolid, de nuevo voy a Alcalá y después ya llego al primer equipo del FCBarcelona.

En definitiva mis inicios fueron jugar en Villarodonda, en la calle o en la plaza por eso me considero un jugador de calle donde disfrutábamos jugando partidillos».

Se acaban los partidillos y ya pasas a jugar para competir fichando por el Barca, ¿cómo fueron esos años de infantil y de juvenil?

«Gracias al gran Oriol Tort llegué a Barcelona que fue el que me fichó y valoró que podía tener un camino en el mundo del fútbol. Estuve un año de infantiles y con 17 años paso al juvenil que estaba entrenado por Laureano Ruíz que confió mucho en mí. Laureano fue una pieza clave para todos nosotros, nos enseñó a ver el juego, jugábamos con un 4-3-3, entrenos con rondos y valorar la posesión del balón. Laureano fue un hombre aventajado a su época.

Con Laureano Ruíz, conseguimos cuatros años consecutivos el Campeonato de España juvenil. Y uno más con Waldo Ramos. Fue una época muy bonita que me valió para subir al Barça At».

Y llega el servicio militar y te toca ir a Alcalá de Henares, ¿qué recuerdos te traen esa etapa?

«La mili me toca hacerla en Madrid, en un principio me habían destinado a Colmenar pero al final me trasladaron a Alcalá de Henares.

El FCBarcelona quería cederme al Rayo Vallecano que estaba en Primera División con un equipo impresionante con jugadores como Morena o Custodio, mientras la RSDAlcalá jugaba en Tercera.

Pero en el campamento de Alcalá, el sargento Chinarro que me conocía, me comenta la posibilidad de jugar en el Alcalá que estaba entrenado por Segura, un entrenador muy reconocido en Madrid y que me enseñó mucho. Segura me aseguró que iba a llegar a jugar en el primer equipo del Barça.

Sin embargo, yo dependía del Barcelona cuya intención era cederme al Rayo pero el sargento Chinarro insistió y me invitó a ver el estadio de El Val. Me encantó el estadio con su hierba natural y la ciudad que es preciosa, así que tomé la decisión de jugar con la RSDAlcalá en contra de la idea que tenían en Barcelona. Reconozco que siempre fui un poco rebelde.

Finalmente me dejo llevar por mi intuición y me quedo en Alcalá con la condición de que me pusieran un piso para poder descansar. El Rayo Vallecano me esperaba y el Barça acaba llamándome para enterarse que pasaba y les digo que tenían que aceptar mi decisión. Recibo la reprimenda del Barcelona pero consigo quedarme en El Val.

Fue un año fantástico, conseguimos ganar el campeonato de Tercera y el ascenso a 2B. Alterné la mili con el fútbol. Fue un año genial para mí que siempre lo llevaré en el corazón, el trato de la afición, del club y a donde iba. Muy bonito la verdad.

Termina el periodo militar y con ello la cesión con la RSDAlcalá. Entonces el FCBarcelona me cede al Valladolid que estaba en Primera. Lo acepté pero solo estuve tres meses porque no conseguí adaptarme. Debuté en Primera con el Valladolid donde solo jugué tres partidos pero no estaba preparado para jugar al máximo nivel.

Me vuelvo para Barcelona, otra vez sin el consentimiento del club, y cuando me vieron llegar no entendían que hacía allí. Les dije que no quería jugar en Valladolid y quería volver para Alcalá que iba a jugar en 2B siempre y cuando me aceptaran evidentemente. Terminé jugando esa temporada con el Alcalá en 2B y creo que hicimos una temporada digna quedando a mitad de tabla sin agobios ni apuros.

A partir de ahí, ya el FCBarcelona me llamó la atención y acabo subiendo al Barcelona At donde jugué tres años hasta mi llegada al primer equipo.

En definitiva fue año y medio en Alcalá, espectacular. Siempre recordaré al teniente Escarpa que era muy futbolero y siempre me ayudó mucho, me trató como un hijo. También a Bravo padre, una gran persona que me abrió las puertas de su casa y me trataron muy bien como los hermanos Iglesias. Nunca olvidaré esa etapa».

Tras tres años en el filial del Barça, llega tu ascenso al primer equipo con 24 años, ¿cómo fue esa temporada 84/85?

«Paso al primer equipo con la llegada de Terry Venables al banquillo aunque anteriormente hice la pretemporada con Lucien Muller antes de la mili. Fuimos Carrasco, Mina y yo pero no estaba preparado mentalmente. En esa temporada, Carrasco fue el que debutó a mitad de temporada con el cambio de entrenador.

En la temporada de mi debut con el FCBarcelona se gana la ansiada Liga que no se conseguía desde la temporada 74/75 con aquel Barça de Rinus Michels capitaneado por Johan Cruyff.

A principio de esa temporada, Venables me da la oportunidad de jugar el Trofeo Joan Gamper, primero contra Boca Juniors a los que ganamos por 9-1 donde conseguí marcar. En la final contra el Bayern de Munich de Lottar Matthaus, ganamos e hice gol nuevo. Nos dieron el trofeo del mejor jugador de torneo a Schuster y a mi.

Eso dio pie a una gran temporada y empezamos la Liga jugando contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu donde ganamos por 0-3. Este partido no se pudo ver por la huelga de televisiones, solo hay un resumen corto. Ese fue el día de mi debut oficial con el Barça (ya había debutado en Liga con el Valladolid).

En el día de mi debut en el Santiago Bernabéu había gente de Alcalá de Henares, un amigo mío vino  a verme y me dio una alegría tremenda verle (no recuerdo su nombre, era dueño de un comercio de comida).

Además de mi debut y la victoria, fui autor del tercer gol. Nos pusimos líderes y así fue hasta el final. El alirón llegó en el estadio José Zorrilla de Valladolid con aquella atajada inolvidable de Urruti al penalti de Mágico González. Ganamos 1-2 con goles de Clos y Alexanco, y entré en la segunda parte sustituyendo a Schuster, y afortunadamente fuimos campeones once años después.

Fue una gran temporada donde me reencontré con compañeros del Barça At como Moratalla, Manolo, Rojo o Clos, fue una gran alegría. Y con compañeros como Migueli, Julio Alberto, Carrasco, Esteban, Sánchez, Urruti, Schuster que me ayudó mucho, siempre me decía que estuviera tranquilo y que me apoyaba. El míster Terry Venables confió mucho en mí por mi estilo de juego muy inglés, le gustaba que presionara y que aprovechara mi llegada desde segunda línea y que tirara más. Conseguí 8 goles en esa temporada».

Llega la temporada 85/86, y con la consecución de la Liga jugáis la Copa de Europa y las expectativas eran altas…

«En Copa de Europa eliminamos a equipos increíbles, primero a la Juventus con ese gol de Julio Alberto desde fuera del área y el gol de Archibald con la oreja en Turín. Luego vino el Goteborg en semifinales, en Suecia perdimos por 3-0 pero en la vuelta en el Camp Nou conseguimos igualar la eliminatoria con tres goles de Pichi y llegamos a los penaltis. En la tanda de penaltis, me tocó tirar uno que si fallaba estábamos fuera, imagina la presión. Tenía dos opciones, tirar al ángulo o al medio. Decidí tirar fuerte y arriba. Luego ellos fallaron y Víctor Muñoz marca el definitivo.

Ganamos al Goteborg y nos clasificamos para la final en el Sánchez Pizjuán. Lo peor que tuve la mala suerte que no pude jugar la final porque me sacaron tarjeta en el partido contra el Goteborg.

Una pena porque una final como esta se juega una vez en la vida o no la juegas. Además en ese momento estaba en buena forma física como se demostró con mi inclusión en la lista para el Mundial México 1986. Era mi mejor momento futbolístico y tenía la madurez necesaria.

No pude jugar la final de Sevilla y fue la mayor decepción de mi carrera futbolística. Cuando llegó el día de la final, todo lo teníamos a favor pero creo que subestimamos al Steaua de Bucarest por ser un equipo rumano. Un gran equipo que luego volvió a jugar una final contra el ACMilan perdiendo por 4-0 en el Camp Nou.

En el partido, viendo el Sánchez Pizjuán como estaba lleno de blaugranas, no podíamos fallar. Jugamos muy nerviosos y tuvimos alguna que otra oportunidad. 0-0 y vamos a penaltis. No metimos ningún penalti y Duckanam hizo el partido de su vida. Fue toda una decepción tanto por no haber podido jugar como por el resultado.

También jugamos la final de la Copa del Rey contra el Real Zaragoza en el Vicente Calderón donde perdimos por 1-0 con gol de Rubén Sosa. Esta final la jugamos antes de la final de Sevilla, y estábamos pensando más en la Copa de Europa que en la Copa del Rey.

Ganamos la Copa de la Liga en la final a ida y vuelta frente al Real Betis, conseguimos la victoria en los dos partidos.

La derrota de Sevilla nos hizo daño, el tema judicial Nuñez y Schuster…quedamos segundos en la Liga ante el Real Madrid de la Quinta del Buitre».

Después de una temporada donde se acabó segundo en Liga, subcampeón de Europa y Copa del Rey, llega la temporada 86/87 y seguía coleando la final de Sevilla…

«Fue un año raro, la desilusión de la Copa de Europa nos influyó. También el Real Madrid de la Quinta del Buitre estaba intratable en Liga. Volvimos a pelear pero no pudo ser. Habían llegado Mark Hughes y Gary Lineker (marcó un hat trick vs Real Madrid), problemas con Archibald, problemas judiciales del club con Schuster. No pasaron grandes cosas ese año».

En la siguiente temporada llega la destitución de Terry Venables..

«Así es, empezamos la temporada con malos resultados. Era la cuarta temporada de Terry en el banquillo pero al final fue cesado. Con su marcha, viene a sustituirle Luis Aragones que lo intentó todo pero el vestuario estaba un poco dividido.

Además teniamos problemas contractuales, Hacienda descubrió contratos de imágen no declarados, al hacerse líquido el beneficio nuestro era menor a lo acordado con el presidente Nuñez. Aunque con Gaspart estaba todo encarrilado pero Nuñez se negó.

Creo que en el fondo teníamos razón pero en las formas nos equivocamos. Los jugadores hicimos varias reuniones y pedimos la dimisión del presidente Nuñez (Motín del Hesperia).

Además Luis Aragonés tenía problemas personales al inicio. Pero al final nos volvió a reagrupar y nos convenció. De eso me quedo de Luis la gestión que tuvo en un momento tan difícil. Nosotros dejamos los egos a un lado y al final aunque no pudimos pelear por la Liga, ganamos la Copa del Rey en el Santiago Bernabéu contra la Real Sociedad que era favorita porque tenía jugadores como Bakero, Beguiristain, López Rekarte. En ese partido fui suplente pero pude participar en el gol de Alexanco con un centro desde la banda. Ganamos 1-0, estábamos rotos y nos hicimos campeones. Gran mérito tuvo Luis Aragonés, aprendí mucho de él. Un gran entrenador en la gestión como luego pudo demostrar con España».

Y llega tu final en Barcelona…

«Me quedaban tres años de contrato pero vino Johan Cruyff que entre todo lo que había pasado, hizo una gran criba como era normal. Cruyff me comentó que por su idea de juego, no encajaría en el equipo. Con los años de contrato que me quedaba, aceptaría irme a otro lado pero sin perder nada.

En ese momento el Atlético de Madrid me quería fichar y me ilusioné, pero el Barça prefería la oferta del Real Betis que pagaba algo cosa que el Atlético no. Marcho para Sevilla para jugar con el Real Betis, también viene conmigo Rojo.

La opción del Betis fue muy buena porque no perdía nada económicamente y así fue, dos años con esa gran afición. Aunque el primer año descendemos a Segunda, la gente seguía con nosotros. En ese momento tuve una oferta del Rennes pero yo quería seguir en Sevilla, me sentía un poco culpable del descenso y decidí seguir.

En el segundo año con el Real Betis, me rompo el talón de Aquiles que provocó mi final en Sevilla. Ellos pensaban que no me iba recuperar pero me llama Joan Gaspart y firmo por tres años con el Sant Andreu donde me recuperé y pude jugar dos promociones de ascenso a Segunda A hasta que decidí colgar las botas».

Una parte muy importante de tu carrera pasa con la Selección Española, campeón de Europa sub21, debutas con la absoluta el 30 de abril de 1985 en un partido contra Gales, participas en el Mundial México 86 y en la Eurocopa de 1988. Internacional en 18 ocasiones…

«Debuto con la Selección Española entrenada por Luis Suárez en el campeonato de Europa sub21 . Pude ir con 24 años gracias a que se permitía en la lista dos jugadores mayores de 21 años. Allí coincidí con Rojo, Clos, Roberto Fernández…La final fue contra Italia a doble partido, en la ida perdimos por 2-1 donde conseguí marcar y en la vuelta no la pude jugar en Valladolid donde igualamos la eliminatoria para luego ganar a los penaltis.

En Gales llega mi debut con la absoluta en un partido que perdimos por 3-0 contra Gales. Estaba en un gran momento de forma aunque no pude jugar la final de la Copa de Europa, Miguel Muñoz me convocó para jugar el Mundial de México 1986.

Sin lugar a dudas, jugar un Mundial para un futbolista es un sueño, ¿cómo lo vivistes?

«Nada más llegar a México tuve el contratiempo que en una fiesta donde vino a saludarnos Rocío Jurado, comimos algo en mal estado y varios nos pusimos malos. Estuve ingresado 2 o 3 días y no pude jugar el primer partido contra Brasil donde perdimos por 1-0 y nos anularon injustamente el gol de Michel. Una pena no jugar porque tenía una bronquitis increíble y fue en ese momento cuando el médico me dio Bisolvon, una especie de jarabe que luego fue lo que me ocasiona el positivo.

En el segundo partido, jugamos contra Irlanda del Norte a la que conseguimos ganar por 2-1 con goles de Julio Salinas y Butragueño, yo entré en la segunda parte por Gordillo. A la finalización del partido fue cuando en el control antidoping, di positivo. Esos días fueron complicados en la habitación que compartía con Víctor Muñoz, tenía miedo a una posible sanción pero a final se solucionó y multaron al médico con 1 millón de pesetas.

En el tercer partido de primera fase jugamos contra la Argelia de Rabah Madjer. Ganamos 3-0 y marqué dos goles. Ese día llegaba con fuerza, tuve como 5 o 6 ocasiones de gol y puede haber marcado más goles».

Se consigue la clasificación para octavos como segundo y nos cruzamos con una de la sensaciones del torneo, Dinamarca…

«Era la favorita, tenían un equipazo con Laudrup, Olsen, Elkjaer, una selección espectacular. En el partido contra ellos, empezamos perdiendo porque nos estaban pegando un baile de cuidado. Pero en el minuto 42 o 43 en un error de ellos, Butragueño consigue el empate. La segunda fue otra historia, cada vez llegábamos más a su área, aparecía el talento de Míchel, Francisco, Butragueño, Eloy o Julio Alberto. Ganamos por 1-5 y cuatro goles de Emilio Butragueño, un partido que la gente nunca olvidará».

Y llegan los terribles cuartos (trauma del pasado) y toca enfrentarnos ante la Bélgica de Ceulemans y Pfaff…

«En este partido merecimos ganar, fue injusto llegar a los penaltis. Con el 1-1, tuve una oportunidad para marcar el 2-1. En los penaltis, Jean Marie Pfaff hizo una parada increíble que nos impidió jugar las semifinales contra la Argentina de Maradona que ya había declarado que nos tenía mucho respeto ante un posible enfrentamiento. Nunca se sabrá lo que hubiera pasado.

Sin duda el Mundial de México 1986 fue la culminación de mi carrera, cumplir sueños como jugar al fútbol, llegar al Barça, a la Selección…luché por ello y lo conseguí».

Otra de las competiciones que jugastes como internacional fue la Eurocopa de 1988 en Alemania donde caímos en primera fase, ¿qué recuerdos tienes?

«Tengo que ser sincero…en el último partido de Liga, antes de que Miguel Muñoz diera la lista, jugábamos en el Camp Nou contra el Real Zaragoza. Íbamos ganando 2-0, había marcado pero Luis Aragonés me dijo que estuviera muy cerca de Rijkaard y en un encontronazo con él, me golpeó el cuádriceps  con su rodilla. Se me hinchó y tenía molestias. Entré en la lista de convocados para la Euro 1988 pero no fui sincero. Tenía la ilusión de ir pero pasaron 10 días y no mejoraba. Pensaba que iba a llegar en buena forma y desde la Selección me preguntaron y les dije que sí, tenía la ilusión pero fui egoísta. Cuando ya estábamos en Alemania, Miguel Muñoz se dio cuenta que no estaba. No participé.

Decepcionado conmigo mismo, tenía que haber sido más honesto porque podía haber ido otro compañero pero pensaba que me iba a recuperar.

A partir de esta Eurocopa, hubo cambios en la Selección. Llega Luis Suárez y hay un cambio casi total de jugadores».

Ahora dejamos a un lado al futbolista y hablamos del entrenador, muchos años entrenando en 2B y Tercera. ¿Cómo te entraron las ganas de entrenar?

«Lo de ser entrenador viene que cuando dejé de jugar en el Sant Andreu, mi amigo Moratalla que era el entrenador, me anima a que me incorpore con él. Primero de preparador físico, aplicando la metodología que me había enseñado el gran Seirulo que estuvo de preparador en el FCBarcelona. Pero Pep Moratalla me invita a que viva los partidos desde el banquillo y desde la primera vez ya noté que me gustaba. Siempre me gustó estar relacionado con el mundo del fútbol. Voy a seguir como entrenador o director deportivo».

¿Y cómo te ha ido?

«La verdad que nada mal, empecé en el Premiá gracias a Manel Roig que me dio la posibilidad de entrenar. He conocido grandes aficiones como Castellón, Buergos, Badalona o Teruel. He conseguido 7 títulos de Liga, 6 ascensos (de 3 a 2b) con el Olot, Burgos, Teruel y Badalona y dos ascensos a Tercera con el Cornellá y Casteldefels. También tuve la oportunidad de entrenar en Bélgica con Tintín Márquez pero no me adapté y volví para España.

Siempre pensé que era raro que siendo entrenador, el Alcalá no se haya acordado de mí. Porque me he adaptado a distintos grupos de la Tercera.

Con ganas de haber entrenado más arriba, en 2A. Algo habré hecho mal, dicen que por mis reacciones ante los árbitros. Aún así muy satisfecho por lo que he hecho».

Ahora estás entrenando a la Montañesa, cogistes al equipo en la segunda parte de la temporada pasada y no pudisteis evitar el descenso, ¿cómo afrontas la próxima temporada?

«He tenido ofertas para irme pero le di la palabra a la Montañesa por lo bien que me habían tratado. Llegué tarde pero me siento responsable de no haber hecho las cosas mejor. Intentaré hacer un equipo competitivo y a ver si somos capaces de ser de nuevo campeones y ascender».

CORTITA Y AL PIE

¿Mejor jugador al que te has enfrentado?

«Muchos…Gordillo, Míchel, López Ufarte, Butragueño o Francisco y de fuera, Madjer, Platini, Matthaus…»

¿Quién te ha defendido mejor?

«Francisco Güerri, mediocentro del Real Zaragoza. Era todo un portento físico y me ganaba en todas las batallas».

¿Mejor momento como futbolista?

«Cuando llegué al Barça, mi debut en el Santiago Bernabéu y con España en el Mundial de México».

¿Mejor momento como entrenador?

«Cuando veo a uno de mis jugadores que está convencido de lo que le digo».

¿Cúales han sido tus referentes en el mundo del fútbol?

«Cuando llegué a Barcelona, estaba Cruyff jugando en el Barça e iba a verle los domingos al Camp Nou. Fue un gran referente para mí.

Laureano Ruiz que influyó en mi manera de ver el fútbol, nos hizo ver el fútbol de otra manera.

Otro referente fue Roberto López Ufarte, yo estaba en juveniles y él jugando con la Selección, luego coincidimos en el campo y somos amigos. Ese jugador me impresionaba mucho, tenía una calidad increíble.

Otro es Rafael Gordillo, compañero de Selección y valoro mucho el juego que hacía.

El Lobo Carrasco que era todo un portento por su gran capacidad en todos los sentidos. Una fuerza mental que no se la he visto a nadie».

Has tenido la suerte de tener entrenadores que ahora son históricos Laureano Ruiz, Terry Venables, Luis Aragonés, Luis Suárez o Miguel Muñoz….

«Laureano nos marcó a todos por su fútbol ofensivo como la Holanda de Rinus Michels.

Terry Venables fue el que me dio la oportunidad de debutar con el Barça. Tengo que estarle muy agradecido, gran entrenador que daba mucha importancia a lo táctico y a la estrategia.

Luis Aragonés era el mejor en la gestión del vestuario, la empatía con el jugador y te demostraba que conocía este mundo.

Miguel Muñoz era un entrenador con trato excepcional hacia el jugador y fue el que me dio la oportunidad de jugar un Mundial.

Luis Suárez, un entrenador entrañable y cariñoso, sabía transmitir.

Y Johan Cruyff, me hubiera gustado haber estado más tiempo con él, un innovador total que me hacía recordar a Laureano. Hubiera pagado dinero por haber estado a sus ordenes.

No quiero olvidarme de un entrenador que tuve en el Barcelona At, Jose Luis Romero que acabó de perfilarme futbolísticamente hablando, jugaba de extremo o mediapunta y retrasó mi posición para aprovechar mi llegada desde segunda línea».

La gestión de la presión como jugador y ahora como entrenador, ¿qué cambia?

«Ahora como entrenador me pongo más nervioso que cuando era futbolista, te movías y ayudaba. La cabeza es primordial, ahora lo paso peor porque dependes de otros factores que puedes controlar y otros que no».

Una manía que te haya acompañado toda tu carrera…

«Manía no, costumbre. Me gustaba jugar con las medias bajadas como lo hacía Gordillo o Mesa. Yo tenía lo gemelos muy anchos y me incomodaba, jugaba sin espinilleras. Cuando luego pusieron obligatorio el uso de las espinilleras, lo pasé mal».

Como jugador que fuistes, 18 veces internacional, ¿cómo celebrastes la Copa del Mundo que ganamos en Sudáfrica?

«Estaba en Cambrils con los amigos y disfrutamos de ser campeones del mundo por primera vez. Fue todo un hito y aquí en Cambrils fue toda una fiesta».

Once ideal de compañeros

                          URRUTI

CHENDO/MIGUELI/MACEDA/MORATALLA/JULIO ALBERTO CAMACHO GORDILLO

SCHUSTER/MÍCHEL/LÓPEZ UFARTE CANDIDO

ROJO/BUTRAGUEÑO/ARCHIBALD/LOBO CARRASCO

Firma: Marcelo Torres

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